domingo, 30 de enero de 2011

Impacto Ambiental de las represas en Misiones- No a las mega hidroeléctricas (CORPUS-GARABÍ-RONCADOR)

La construcción de una represa y el embalse que ella produce, si ésta se construye en zonas ecuatoriales, tropicales, y subtropicales como las proyectadas en el nordeste argentino y en particular en la provincia de Misiones, tendrán impactos ambientales, sociales, y económicossobre el medio natural y humano existente en su área de influencia, agrediendo al agua como recurso, la biología acuática y terrestre, además de nefastas acciones a la riqueza cultural e histórica de la región.

Toda represa que se construya en cualquiera de las zonas antes mencionadas, por infinidad de razones impactará seriamente en la salud de sus habitantes, actuando como verdaderas bombas biológicas.

Con la construcción de nuevas represas, se producirá un aumento de las áreas inundadas, las aguas de los lagos, como la de los arroyos tributarios tanto urbanos como rurales, con aporte de nutrientes, ampliaran la posibilidad de incremento de vectores. Las posibles fluctuaciones de los niveles hidrométricos, han de permitir, por la existencia de barros, la presencia estable de más de 85 especies de mosquitos de géneros Aedes, Anopheles, Coquilletidea, Culex, Haemagogus, Psrophora y Sabethes; también se puede hablar deEutrofización, que será el resultado del enriquecimiento de la masa líquida, con los nutrientes debido inicialmente a la vegetación en descomposición, con la contribución de la escorrentía del suelo; obstruirán las corrientes y ensenadas, formarán murallas flotantes y disminuirá la transparencia del agua.
Las grandes acumulaciones de estas algas, formarán pilas en descomposición y condiciones perjudiciales sobre los bordes, allí se formarán focos de reproducción de insectos y moluscos, propiciando el hábitat ideal de vectores de las enfermedades que hoy son endémicas a muy pocos kilómetros de nuestra provincia, entre ellos los moluscos del género Biomphalaria (transmisor de la esquistosomiasis – el mal de las represas, que convirtió a Brasil en el país más contaminado del mundo, con cifras de enfermos que superan los doce millones de habitantes).
Represa Itaipú (Brasil-Paraguay)
Hoy la provincia de Misiones ya sufre las consecuencias de Yacyretá: Dengue, Leishmaniasis visceral, Paludismo, y casos sospechosos de fiebre amarilla en Puerto Iguazú. La elevación de la altura del agua, por supuesto, creará un gran aumento de las superficies cubiertas, tanto en el embalse, como en los arroyos que desembocan en él, lo cual expulsará de sus hábitat a todos los seres vivientes de la zona inundada, activando también la migración de vectores silvestres, comoroedores y marsupiales, a áreas pobladas, permitiendo la instalación en ellas de enfermedades de ocurrencia hasta poco tiempo exclusiva en zonas rurales como Leptopirosis y como resultado de la tala de la vegetación, en las costas de inundación y en las islas, se podrá activar la migración del murciélago portador del virus rábico. Las altas temperaturas promedio registradas en la región sumadas a la falta de obras que tiendan al saneamiento básico, la ausencia de redes cloacales y plantas de tratamiento, la falta de control en la eliminación de los desechos industriales serán hechos que sin dudas, contribuirán a aumentar el riesgo de propagación de enfermedades.

Todo lo expuesto es un pantallazo de las consecuencias negativas que tendrán las represas proyectadas para la región (Corpus, Garabí, Roncador).
Proyecto Garabí
Hace 2.500 años, Heráclito expresaba: “Cuando falta la salud, la sabiduría no puede revelarse, la cultura no puede manifestarse, la fuerza no puede luchar, la riqueza carece de utilidad y la inteligencia tiene las manos atadas”.
Licenciado Sergio Luis Alberto PáezDepartamento de Geografía
Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”
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jueves, 27 de enero de 2011

La renta yerbatera de las grandes empresas descansa sobre la esclavitud de los tareferos

(AW) El sindicato de los tareferos, trabajadores que se encargan de la cosecha de la yerba mate, denunciaron las terribles condiciones en que realizan su labor los obreros en un campamento de Caraguatay. Hacinamiento, insalubridad, trabajo en negro, incumplimiento del jornal diario, trabajo de menores, pago con vales,  son solo algunas de las irregularidades denunciadas. Trabajan para la Compañía LA Misionera que vende la materia prima que será secada en el Establecimiento Las Marías, elaboradora de la famosa yerba Taragüí.

Campamento_tarefero_Caraguatay
Campamento Tarefero Caraguatay
 (Ver galería fotográfica)

Misiones 24 de enero de 2011 (La Voz de los Laburantes)
El sindicato de tareferos denuncia condiciones laborales en un campamento de Caraguatay

Hacinamiento, insalubridad, trabajo en negro, incumplimiento del jornal diario, trabajo de menores, pago con vales, algunas de las irregularidades que se pudo relevar en un campamento de tareferos en Caraguatay. El sindicato de Tareferos denuncia la ausencia de los inspectores del Ministerio de Trabajo para controlar las condiciones de la cosecha y la complicidad del poder político de la zona. Hoy a las 9 se reúnen con el Diputado Maciel, representante del gobierno en el INYM para discutir los reclamos.

A pesar de las denuncias realizadas por los delegados del Sindicato de Tareferos de Montecarlo, desde hace más de 2 años, las condiciones en que se realiza la cosecha de yerba mate en la provincia no se modificaron sustancialmente.
En Colonia Caraguatay se pudo ver la semana pasada una cuadrilla de trabajadores, contratados por Simon "Lolo" Martínez viviendo en condiciones infrahumanas mientras realizan la cosecha de verano para La Compañía La Misionera, empresa que vende la materia prima que será secada en el Establecimiento Las Marías, según relatan.
El "campamento" que se pudo visitar, acompañados por referentes del Sindicato, la CTA Misiones y el Movimiento Social, esta ubicada dentro de la empresa a unos pocos kilómetros de la ruta nacional 12. En condiciones insalubres estos trabajadores viven en lo que queda de un secadero - propiedad de la compañía-, hacinados en un galpón duermen en el piso, o trepados a las viejas estructuras, en colchones que ellos mismos deben llevar, expuestos a todo tipo de riesgos.
"Tenemos que traer nuestros colchones, nuestra mercadería, hasta leña tenemos que ir a buscar", relató uno de los tareferos en medio de la charla que tuvo como escenario el piso del galpón, al costado de sus colchones, muy cerca de los improvisados fogones, las ollas negras para el reviro y el guiso, frente a una soga de donde colgaban restos de la carne que trajeron el lunes, para el jueves -día de la entrevista- ya se podía ver las condiciones en la que se encontraba.
A unos 20 metros de donde duermen, la empresa tiene un galpón con conexión eléctrica pero los trabajadores tienen prohibido utilizarlo, todos reconocen que allí bien podrían haber puesto una heladera para guardar la carne y poder proveerse de hielo, sumamente preciado para refrescarse al volver de las jornadas de cosecha, pero esta posibilidad nunca fue contemplado ni por el contratista ni por la empresa.
"El otro día prendimos un foco que hay en ese galpón y vino el capataz y nos dijo apaguen eso urgente, no es para que usen ustedes y tuvimos que apagar", sostuvo un joven de 19 años que según él tarefea desde siempre "mi papa me dijo que yo nací en un yerbal y seguro que era así porque mi mama también tarefeaba", sostuvo.

El verano tarefero.
En el lugar no hay agua potable, ni baños. "El agua tenemos que sacar de un pocito" agregaron y no pudieron evitar las carcajadas cuando se les preguntó sobre dónde estaba el baño. "¿Baño, dice Ud?, Baño en el monte o donde te agarre", otro ironizó "baño instalado tenemos, donde te instalas no más ya esta".
A estas condiciones hay que sumarle el incumplimiento del precio fijado por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, el que determinó en su resolución N° 84 vigente desde el 1 de noviembre del 2010, un jornal diario de 90, 59 para el peón general. El corte y quiebra fijó en $ 249,21 la tonelada, el corte melena o copada en 283,12. Estos trabajadores, con suerte, extremando el esfuerzo y restringiendo al máximo su alimentación en el campamento, pueden llevarse a sus casas 120 pesos al final de toda la semana, no siempre en efectivo.
"Nosotros estamos cobrando 16 pesos el raído, por día con suerte podemos sacar 45 pesos, tenemos que rogarle a Dios que nos quede 100 o 120 pesos, a veces no llevamos casi nada y a veces ni te pagan, solo orden nomás te dan, la orden es un vale que tenés que ir a gastar en un negocio, la orden no sirve para pagar la luz, el agua, solo para comer nomás", destacaron.
En el caso de esta cuadrilla las ordenes, o vales que reciben serían libradas a nombre de Justo Ramírez Acosta propietario de un supermercado ubicado sobre la ruta 12 a pocos kilómetros de la empresa. Ramírez Acosta es concejal y preside el Concejo Deliberante de Colonia Caraguatay desde hace 7 años, el mismo reconoce la propiedad de ese comercio instalado en el lugar, según sostiene, desde 1974. Además de los vales de los tareferos este comerciante recibe a los destinatarios de las tarjetas sociales, integrantes de las comunidades indígenas y del programa hambre cero.
Desde el sindicato de Tareferos, Trabajadores Temporarios y Desocupados, creada a mediados del 2009, su secretario general Cristóbal Maidana denunció que el Ministerio de Trabajo de la Provincia, a pesar de estar al tanto de las condiciones laborales de estos trabajadores nunca controla. En marzo del 2010 antes de iniciada la cosecha hubo un compromiso de reforzar la presencia de los inspectores en la zona pero eso nunca ocurrió.
"El ministerio de Trabajo no cumple lo que tiene que cumplir, y nosotros tenemos que aceptar trabajar así, porque no tenemos otra opción para mantener a nuestras familias, tenes que venir a esclavizarte para poder tener que comer, para no ir a robar", y agregó "elegimos la tarefa porque trabajo en otro lugar no hay, el pino esta avanzando y donde antes había yerbales hay ahora pino y por eso también tenemos que defender nuestras fuentes de trabajo, pero no en estas condiciones, nosotros nos merecemos un trabajo digno".
Para Rubén Ortiz secretario Adjunto de la CTA Misiones, uno de los impulsores de la organización de estos trabajadores "el desafío principal, a pesar de los casi 3 años de lucha es pelear contra la esclavitud de estos trabajadores, contra estas relaciones laborales que podemos ver hoy aquí, relaciones que en la cadena de producción de la yerba mate la ejecutan fundamentalmente las grandes empresas, que tercerizaron sus servicios de cosecha y contratan prestadores de servicio que están fuera de la ley", sostuvo.
En el caso del contratista que emplea a estos trabajadores, Simón "Lolo" Martínez, es el mismo que apareció mencionado en la estafa de empresas del sector a la ANSES, investigación en el que involucraron a cientos de tareferos que como consecuencia vieron incautados sus asignaciones familiares durante años.
Martínez sigue prestando servicios pero la empresa esta ahora a nombre de su esposa. Ni la justicia, ni el Ministerio de Trabajo de la provincia intervinieron para controlar las condiciones laborales de estos trabajadores y la situación legal de estos prestadores de servicio.
"Esta compañía La Misionera, era yerbatera por excelencia, tenia su propio secadero hoy ya no tiene, se está reconvirtiendo al sector forestal, todos sus yerbales van quedando con pino, contrata los servicios de este prestador que tiene la mayoría de sus trabajadores en las condiciones en las que los vimos hoy. Esa yerba lo seca una de las principales empresas del país que es Las Marías. Esto es para que la gente vea que detrás de las grandes empresas, las grandes marcas, sus rentas descansan sobre la esclavitud de estos trabajadores", agregó Ortiz.
"El Marco Legal"
De más esta decir que en la cuadrilla visitada en Caraguatay no encontramos ningún trabajador registrado formalmente: todos están en negro. Había 2 menores de edad y un grupo familiar.
El recorrido por el lugar es un muestrario de violaciones a la ley que regula el trabajo agrario en la Argentina, la N° 22.248, que en sus artículos 77 hasta el 84 se refiere específicamente a los trabajadores temporarios, el caso de los tareferos. Se pueden constatar además violaciones a las condiciones mínimas de seguridad e higiene, vivienda, alimentación y traslado que también reglamenta esta norma.

La insalubridad e inseguridad del campamento
Según los trabajadores la cosecha les insume unas 4 o 5 horas diarias por lo que bien podrían volver a sus casas todos los días, evitando permanecer en el campamento durante toda la semana, pero el contratista se niega argumentando los altos costos y los controles de gendarmería que deben sortear cada vez que los mueven en los camiones en que se realizan los traslados.
"La semana pasada nos juntamos acá con Lolo Martínez y le dijimos que nosotros queremos volver a nuestras casas todos los días, porque acá encima de todo nos roban las cosas que dejamos, tuvimos que pagarle a uno para que nos cuide las cosas, pero el dice que no puede, que es riesgoso porque gendarmería le puede parar", y agregaron que están pagando 2 pesos por persona a un joven que hace de cuidador en el campamento mientras ellos están en los yerbales.
"Eso el patrón no contempla, acá ellos te pueden robar pero nosotros no podemos tocar una gallina", remarcaron en alusión a estas aves domesticas que suelen visitar el campamento.

Reunión con Maciel.
Para hoy a las 9 de la mañana esta previsto una reunión en la sede del Sindicato de Tareferos, con la presencia del Diputado Provincial Ricardo Maciel, representante del gobierno provincial en el Instituto Nacional de la Yerba Mate. Este encuentro se programó hace más de una semana con el objetivo de seguir reclamando al Estado Provincial la intervención directa para mejorar las condiciones laborales, el precio de la hoja verde y el salario del tarefero.


Contactos:
Cristobal Maidana Secretario General Sindicato de Tareferos 03751 15402682
Rubén Ortiz Secretario Adjunto CTA Misiones/ Mov. Social Misiones 03751 481338
Federico Chilavert CTA Montarlo/ Movimiento Social Misiones 03751 15476896

http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=6139&Itemid=81

jueves, 13 de enero de 2011

Yacyretá llega a cota máxima en febrero y Encarnación sufre las consecuencias

Las obras complementarias de la hidroeléctrica emplazada sobre el río Paraná dejan mucho que desear. Lejos de las promesas de bienestar para la población, la realidad es una suma de inconvenientes que se reflejan con mayor claridad en la orilla paraguaya.
POSADAS. Mientras el director Oscar Thomas anunció oficialmente que la hidroeléctrica Yacyretá llegará a cota máxima de 83 metros sobre el nivel del mar, en febrero de este año, la vecina Encarnación todavía tiene un rosario de reclamos hacia la polémica megaobra. Los interminables problemas que provocan el relleno de tierra en la zona baja, la destrucción de calles, pérdida de su trama vial, inundación de algunos sectores del casco urbano, proliferación de aguas estancadas, entre otros inconvenientes son enumerados en un informe del diario paraguayo ABC.

Los trabajos de defensa costera, ejecutados aceleradamente para permitir la elevación del embalse a su cota final de 83 metros apenas si apuntan a evitar que las aguas inunden la ciudad, asegura el diario del vecino país.

Bien lejos está lo que será el trabajo final de la costanera, al punto que todavía ni se conoce el proyecto final de la futura costanera. Si la muestra es el sector de la avenida “Padre Bolik”, inaugurada con bombos y platillos, este es apenas un pálido reflejo que no resiste la más mínima comparación con lo que se hizo en el lado argentino, sostiene el informe.

La antigua estación de trenes de Encarnación, una reliquia arquitectónica y testimonio de un periodo importante del desarrollo económico y social de la ciudad, fue reducida a un montón de escombros. Ni siquiera se tomaron el tiempo de retirar todo antes de que el agua inunde el sector.

La misma desidia culposa, tanto de la EBY como de Ferrocarriles del Paraguay S.A. (Fepasa) se puede apreciar en el triste destino de un vagón de cargas, que estaba en excelentes condiciones de conservación. En lugar de ser rescatado y convertido en una pieza de museo, se lo dejó abandonado y ahora se pudre en el agua, a pocos metros de la ex estación.

Con el sector de los talleres del ferrocarril en Encarnación ocurrió otro tanto. No tuvo la misma suerte que el de la parte posadeña y, tras haber sido desmantelado a medias, el esqueleto de la antigua construcción emerge ahora como una figura fantasmagórica en medio del agua de río que inunda todo el lugar.

Lo más llamativo y lamentable es que este verdadero atentado contra parte de la historia, parte un patrimonio invalorable para la vida de la comunidad, se convierte en basura ante una sociedad anestesiada por la indiferencia y ante la mirada cómplice de sus autoridades, que a lo largo de la historia de Yacyretá han mantenido una suerte de “relación carnal” con un inconfundible tufo a arreglos bajo la mesa con las sucesivas administraciones en la EBY, finaliza la nota de ABC.